domingo, 5 de enero de 2014

   En vano tu canto suena:
pues no advierte, en su desdicha,
que será el fin de tu dicha
el principio de tu pena.
El loco orgullo refrena,
de que tan ufano estás
sin advertir, cuando das
cuenta al aire de tus bienes,
que, si ahora dichas tienes,
presto celos llorarás.

   En lo dulce de tu canto,
el justo temor te avisa
que en un amante no hay risa
que no se alterne con llanto.
No te desvanezca tanto
el favor: que te hallarás
burlado y conocerás
cuánto es necio un confïado;
que, si hoy blasonas de amado,
presto celos llorarás.

   Advierte que el mismo estado
que al amante venturoso
lo constituye dichoso,
le amenaza desdichado,
pues le da tan alto grado
por derribarlo, no más;
y así tú, que ahora estás
en tal altura, no ignores
que, si hoy ostentas favores,
presto celos llorarás.

   La gloria más levantada,
que Amor a tu dicha ordena,
contémplala como ajena
y tenla como prestada.
No tu ambición, engañada,
piense que eterno serás
en las dichas; pues verás
que hay áspid entre las flores,
y que, si hoy cantas favores,
presto celos llorarás.

Sor Juana Inés de la Cruz

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.